
En 1949, el matemático George F. Carrier publicó un artículo en The American Mathematical Monthly titulado 'El problema del espagueti', donde formalizó el movimiento de las cuerdas de espagueti a través de ecuaciones, explicando por qué es difícil comer espaguetis sin mancharse. La física de lo cotidiano también se aplica a otros platos, como la creación de espaguetis ultrafinos y la ciencia de sus salsas. La cadena británica BBC hizo un repaso de las investigaciones científicas sobre espaguetis, incluyendo el problema del espagueti de Feynman. Los premios Ig Nobel también han reconocido estudios sobre la ciencia absurda y graciosa, como la 'regla de los cinco segundos' y la viabilidad de potenciar el sabor de los alimentos a través de leves descargas eléctricas.