
Las orcas y delfines han evolucionado durante millones de años para prosperar en los océanos, pero sus adaptaciones les han llevado a un callejón sin salida. La Ley de Dollo establece que una estructura biológica compleja, una vez perdida, no puede recuperarse. Estas especies no pueden volver a tierra debido a sus adaptaciones, como aletas pectorales, cuerpo hidrodinámico y respiración controlada. El calentamiento global, contaminación oceánica y actividad humana amenazan su hábitat y futuro.