
El CERN ha detectado la transformación de plomo en oro mediante la colisión de núcleos de plomo en su acelerador de partículas principal, el LHC, a una velocidad del 99,999993% de la velocidad de la luz, lo que desencadena la producción de un plasma de quarks y gluones y un proceso de disociación electromagnética que puede provocar la expulsión de protones y neutrones, transformando el plomo en oro, talio y mercurio. Los físicos del experimento ALICE han observado esta conversión en condiciones de experimentación extremadamente energéticas.