
Un estudio reciente de la Universidad de Tel Aviv, liderado por Miki Ben-Dor y Ran Barkai, sugiere que el Homo erectus utilizó el fuego hace más de un millón de años principalmente para ahumar carne y protegerla de animales carroñeros, no para cocinarla. El estudio analiza nueve yacimientos arqueológicos de entre 1,8 millones y 800.000 años de antigüedad y encuentra que el fuego se utilizó para conservar carne de grandes animales como elefantes y hipopótamos. Un solo hipopótamo podía alimentar a un grupo de 25 personas durante más de 20 días. El estudio también destaca que cocinar carne no aportaba tantas calorías adicionales como se creía, y que mantener un fuego encendido implicaba un coste energético considerable.