
Un estudio publicado en Science Advances encuentra una correlación directa y fuerte entre la intensidad del campo magnético terrestre y la cantidad de oxígeno en la atmósfera durante los últimos 540 millones de años. El equipo de científicos de la NASA y varias universidades analizaron dos conjuntos de datos independientes y descubrieron que ambas variables han seguido una tendencia ascendente y casi paralela desde el Cámbrico. Los investigadores proponen tres posibles explicaciones para esta conexión, incluyendo la protección del campo magnético terrestre, la influencia de los cambios en el nivel de oxígeno atmosférico en el interior del planeta y la posibilidad de que tanto el oxígeno como el magnetismo estén siendo empujados por una causa común, como la actividad de los supercontinentes. El estudio sugiere que la detección de un campo magnético fuerte podría ser una herramienta clave para identificar exoplanetas potencialmente habitables.