
Un descubrimiento en la provincia china de Qinghai ha revelado los restos de una civilización que vivió hace aproximadamente 4.000 años y que pereció en un instante bajo un alud de barro provocado por un devastador terremoto en el 1900 a.C. El yacimiento de Lajia, conocido como la 'Pompeya de Oriente', ha mostrado esqueletos de adultos y niños abrazados, incluyendo el caso icónico de una mujer adulta que cubre con su cuerpo al de un niño pequeño. Estudios de ADN mitocondrial publicados en 2007 revelaron que no había una conexión materna entre ambos, lo que sugiere una estructura social basada en el afecto y el cuidado compartido. La cultura Qijia, activa entre el 2200 y el 1600 a.C., es considerada una de las primeras en desarrollar la metalurgia en China.