
Un púlsar se desplaza a 3 millones de km/h y atraviesa una superestructura magnética de 230 años luz en el centro de la galaxia, dejando una fractura visible. La colisión se produjo a 26.000 años luz de distancia y se detectó gracias a observaciones del observatorio de rayos X Chandra, del radiotelescopio MeerKAT y del VLA. El púlsar, identificado como G359.13142-0.20005, tiene un espectro radiofónico empinado y una luminosidad en radio coherente con esta hipótesis. La velocidad del púlsar es de 500 a 1.000 kilómetros por segundo, lo que sugiere que está en fuga después de una explosión de supernova.