
La codorniz japonesa, que mide entre 17 y 19 cm de largo y pesa menos de 100 gramos, ha sido catalogada como especie invasora por el Ministerio de Medio Ambiente de España, ya que puede poner en riesgo a la codorniz española, que ha disminuido un 74% en población entre 1999 y 2019. La codorniz japonesa se caracteriza por colonizar todo tipo de lugares y se estima que su producción se extiende desde el sur de Siberia y Mongolia hasta China y Japón. Se han autorizado capturas selectivas para controlar su población.