
La Tierra se formó hace 4.500 millones de años y ha ido frenando su rotación gradualmente, ganando 1,8 milisegundos por siglo. Esto ha permitido a las cianobacterias producir más oxígeno a través de la fotosíntesis, lo que ha llenado la atmósfera. Hace 1.400 millones de años, los días duraban solo 18 horas, y la evolución temporal ha abierto ventanas más amplias para que las cianobacterias activaran su fotosíntesis. La Luna es la responsable de la ralentización de la Tierra, generando fricción sobre los océanos y el planeta, alejándose poco a poco y frenando la rotación.