
La tecnología CRISPR-Cas9 permite modificar el ADN humano con precisión, lo que podría utilizarse para crear soldados más resistentes, rápidos, inteligentes y menos vulnerables a enfermedades o traumas. Un artículo de Defense Horizon destaca que se estudian modificaciones para mejorar la tolerancia al estrés, fortalecer el sistema inmunitario y acelerar la recuperación física. El objetivo es reducir la probabilidad de trastornos como el TEPT y permitir que los soldados mantengan su rendimiento bajo presión extrema. Sin embargo, esta tecnología también plantea preocupaciones bioéticas y riesgos latentes, como mutaciones impredecibles y efectos secundarios irreversibles.