
Un hombre de 25 años en Japón desarrolló el síndrome de la cabeza caída después de usar su teléfono móvil en una posición encorvada durante años. El joven pasaba horas al día con la cabeza inclinada, lo que provocó un bulto en el cuello y la pérdida de la capacidad de levantar la cabeza. Los médicos realizaron varias cirugías para corregir la deformación de las vértebras cervicales y el paciente pudo volver a levantar la cabeza después de seis meses. La evolución se consideró extremadamente satisfactoria en un año.