
Un estudio publicado en la revista PNAS analiza la situación de 1.376 especies de vertebrados terrestres, de agua dulce y marinos que consumen carroña. Los resultados muestran que un 36% de estas especies están catalogadas como amenazadas o muestran poblaciones en declive. Los grandes carroñeros, como los buitres, los tiburones y los caimanes, cumplen un papel fundamental en los ecosistemas al consumir los restos de los cadáveres y eliminar posibles fuentes de enfermedades. La disminución de estos animales puede aumentar los riesgos de enfermedades zoonóticas, que matan a millones de personas cada año. El estudio destaca que los carroñeros de pequeño tamaño, como los roedores, están aumentando, lo que puede ser problemático para la salud humana. Los autores calculan que los buitres americanos eliminan anualmente alrededor de 1,5 millones de toneladas de residuos, ahorrando casi mil millones de dólares en costos de eliminación. El investigador Chinmay Sonawane destaca que los animales carroñeros son importantes para proteger la salud humana.