
El pan moderno, fabricado con harinas ultrarrefinadas, azúcares añadidos, grasas vegetales industriales y químicos blanqueadores, se ha convertido en un carbohidrato vacío que puede provocar picos de insulina, hambre constante y inflamación crónica. Según el endocrino Francisco Rosero, eliminar el pan, incluso el de masa madre, puede marcar un antes y un después en la salud. Los beneficios de dejar el pan pueden sentirse en cuestión de días, con una disminución de la inflamación abdominal, alivio del sistema digestivo y reducción de antojos. El doctor Rosero recomienda explorar fuentes de carbohidratos menos manipuladas, como yuca, plátano, patata o arroz en cantidades moderadas.