
Una galaxia espiral con barra central, descubierta en el universo primitivo gracias al telescopio James Webb, desafía la idea de que las galaxias tardaron miles de millones de años en organizarse. La galaxia J0107a, formada 2.600 millones de años después del Big Bang, tiene una forma similar a la Vía Láctea y produce alrededor de 500 masas solares en forma de estrellas cada año. La barra galáctica central está funcionando a pleno rendimiento, canalizando gas hacia el centro a un ritmo de 600 masas solares por año. Esto sugiere que las barras galácticas pudieron haber tenido un papel más importante en el desarrollo galáctico de lo que se creía.