
Un estudio liderado por Greg O’Corry-Crowe y Cortney Watt, publicado en Frontiers in Marine Science, revela que los narvales utilizan su colmillo para jugar, explorar y enseñar, además de cazar. Los investigadores utilizaron drones para grabar el comportamiento de los narvales en la bahía de Creswell, en el Ártico canadiense, y registraron 17 tipos de conducta diferentes. Los narvales golpeaban a los peces con su colmillo, pero no siempre lo hacían para comerlos, sugiriendo un comportamiento lúdico o de entrenamiento. El estudio también encontró interacciones entre narvales y gaviotas, que robaban el alimento que los narvales habían capturado. Los autores sugieren que las conductas observadas podrían ser respuestas adaptativas al cambio climático en el Ártico.