
Un consorcio internacional ha llevado a cabo un experimento con relojes atómicos ópticos en seis países, conectados por fibra óptica y enlaces satelitales, para sentar las bases para redefinir el segundo. El estudio, publicado en Optica, presenta 38 relaciones de frecuencia obtenidas a lo largo de 45 días de medidas coordinadas. Los relojes ópticos son más precisos que los relojes de cesio y pueden perder menos de un segundo en miles de millones de años. La redefinición del segundo se prevé para alrededor del año 2030, pero aún quedan aspectos por resolver, como la confirmación de que todos los relojes funcionan según lo esperado durante largos periodos.