
Un estudio de la Universidad de Málaga revela que la 'bed procrastination' o procrastinación a la hora de dormir, tiene graves consecuencias para la salud mental y física. Esto se debe a que las personas retrasan la hora de dormir para realizar actividades más placenteras, a pesar de estar agotadas. La falta de experiencias placenteras durante el día es uno de los principales motivos detrás de este fenómeno. Dormir mal o menos de lo necesario puede agravar la ansiedad, el estrés y reducir el rendimiento cognitivo al día siguiente. A medio y largo plazo, también se asocia con problemas de autoestima, depresión y dificultades para gestionar el tiempo y las emociones.