
La nostalgia por la década de los 2000 ha llevado a una obsesión por el vientre plano y la delgadez radical, con un movimiento en redes sociales llamado 'complexión media' que promueve estándares de belleza poco realistas. Influencers como Carla Flila critican este tipo de contenido, que puede generar inseguridades innecesarias. Un estudio de la Universidad de Málaga encontró que el 43,8% de los chicos y el 34,7% de las chicas presentan altos niveles de gordofobia. La moda también ha vuelto a apostar por la delgadez extrema, con la reaparición del desfile de Victoria's Secret y la reintroducción de estéticas Y2K en marcas de alta costura.