
Una investigación de la Universidad de Binghamton que encuestó a más de 5.000 personas en 96 países reveló que los hombres, en promedio, reportan menos dolor emocional y físico tras una ruptura. La psicología sugiere que muchos hombres actúan bajo el modelo de “fingir hasta que sea verdad”, es decir, aparentar estar bien como una forma de autodefensa emocional. Craig Morris, antropólogo y autor principal del estudio, sostiene que las mujeres suelen planificar vínculos a largo plazo con una mayor implicación emocional. La biología también desempeña un rol clave, ya que los niveles de testosterona de los hombres disminuyen y aumentan los de oxitocina durante una relación amorosa, pero se restablecen rápidamente tras la ruptura, facilitando el desapego.