
Un esqueleto de una mujer de hace 7.100 años encontrado en China ha revelado una ancestralidad humana perdida que sigue presente en el ADN de los tibetanos. El análisis del ADN de esta mujer, identificada como Xingyi_EN, ha sacado a la luz un linaje humano que nunca antes se había identificado a través de restos físicos. La investigación, publicada en la revista Science, se basa en el análisis de 127 genomas antiguos extraídos de esqueletos hallados en la provincia china de Yunnan. El estudio sugiere que Xingyi_EN representa una fuente directa de una señal genética que se ha detectado previamente en tibetanos actuales, lo que la convierte en una figura clave para reconstruir la historia de los primeros pobladores del altiplano tibetano.