
Un estudio con ADN antiguo descubrió un linaje humano desconocido que vivió en el altiplano colombiano hace 6.000 años y que no dejó descendencia genética. Los investigadores analizaron 21 individuos de diferentes épocas y encontraron que 7 pertenecían al periodo precerámico, con un ADN que revela un linaje único que no se parece al de ningún otro grupo conocido. El linaje desapareció sin dejar rastro genético en las poblaciones actuales, y su sustitución coincide con importantes transformaciones culturales, como la aparición de la cerámica Herrera y el desarrollo de la cultura muisca. El estudio sugiere que la diversidad genética en el continente fue mucho mayor y más dinámica de lo que se creía, y que la introducción de la cerámica asociada con el complejo Herrera fue mediada por desplazamientos poblacionales.