
Investigadores han observado que ballenas jorobadas ayudan activamente a compañeras atrapadas en redes, incluso si no están emparentadas. Entre 2001 y 2023, se registraron 414 casos de enredos en Hawái y Alaska, y en 62 de ellos hubo una 'ballena compañera' que intervino activamente. La especialista Anna Moscrop sugiere que se trata de 'empatía afectiva', mientras que Rachel Cartwright considera que puede ser una adaptación ante el creciente riesgo de enredo, que afecta a más del 80% de las ballenas durante su vida.