
Un equipo internacional de investigadores estudió una sección del Sistema de la Muralla Medieval, una red de muros, espacios cerrados y trincheras que atraviesa China, Mongolia y Rusia. La sección estudiada, conocida como Arco de Mongolia, mide 405 kilómetros y fue excavada en uno de los espacios cerrados. Los arqueólogos encontraron una zanja poco profunda, lo que sugiere que la barrera no era para propósitos defensivos. La dinastía Jin, que trabajó en la Muralla Medieval de 4.000 km, incluyó el norte de la China moderna y regiones del interior de Asia. Los investigadores sugieren que el poder utilizaba el Arco de Mongolia para controlar el movimiento de civiles, animales y mercancías, más que para defender la frontera. Se encontraron monedas de la dinastía Song, artefactos de hierro y una plataforma de piedra que se calentaba y podría haberse usado como estufa y cama a la vez.