
Un equipo de investigadores del Instituto Federal de Tecnología de Zúrich (ETH Zurich) liderado por la profesora Rachel Grange ha desarrollado una lente de 40 veces más delgada que un cabello humano, capaz de convertir luz infrarroja en luz visible. La lente, llamada metalente, utiliza niobato de litio (LiNbO3) y se fabrica mediante un proceso de estampado a nanoescala. Esto permite reducir la longitud de onda de la luz que recibe, convirtiendo por ejemplo luz infrarroja (800 nm) en luz violeta (400 nm). Las posibles aplicaciones son amplias y tangibles, incluyendo dispositivos de visión nocturna más compactos y económicos, equipos de imagen térmica más accesibles y sistemas de litografía en el sector de los semiconductores.