
En la isla de Mindoro, Filipinas, se han descubierto restos de tecnología marítima avanzada que datan de más de 30.000 años, lo que sugiere que los primeros navegantes tenían capacidades más desarrolladas de lo que se creía. Los hallazgos incluyen ganchos de pesca, cuchillas de obsidiana, hachas de concha y herramientas de piedra, así como restos de peces oceánicos como tiburones y bonitos. Estos descubrimientos indican que los habitantes de Mindoro no solo costeaban, sino que se adentraban activamente en mar abierto, lo que requiere embarcaciones estables, planificación y conocimientos náuticos sofisticados. Los análisis químicos de las herramientas confirman que no todas fueron fabricadas localmente, lo que demuestra la existencia de intercambios organizados miles de años antes de las rutas comerciales oficiales.