
La Unión Europea planea una medida que afectará a millones de coches diésel sin filtro de partículas, obligándolos a montar el filtro o ser dados de baja. Los coches con más de 10 años también serán objetivo, ya que se considera que su vejez es causa de elevadas cifras de siniestralidad. En España, los coches con más de 10 años deben pasar la ITV anualmente, mientras que en Alemania se realizan cada dos años. El costo de reemplazar el filtro de partículas puede llegar a 3.000 euros, lo que ha llevado a muchos propietarios a eliminarlo. La medida busca reducir el número de muertes en accidentes de tráfico y mejorar la calidad del aire en Europa.