
Investigaciones recientes lideradas por J. Mark Kenoyer han demostrado que la antigua ciudad de Kish importaba cornalina del subcontinente indio a través de las redes comerciales del tercer milenio a.C. El análisis de cuentas de cornalina del enterramiento A51 de Kish, correspondiente a una mujer de alto estatus, ha permitido profundizar en la cuestión. Los resultados del análisis geoquímico indican que las cuentas proceden de depósitos de los traps del Decán, en la India occidental, específicamente en el estado de Gujarat. El estudio sugiere que no solo circulaban bienes, sino también técnicas y personas, y que algunos artesanos del Indo se hubieran asentado en ciudades mesopotámicas como Kish.