
El río Tajo, tres meses después de la crecida que dejó una 'playa' en Toledo, presenta un caudal de 40-50 m³/s, similar al del año pasado, pero superior a los 35 m³/s de 2023 y los 15 m³/s de 2022, 2021 y 2020. La crecida de marzo, que alcanzó 550 m³/s, no se debió a la cabecera del río, sino a las aportaciones del río Jarama y sus afluentes. El investigador Raúl Urquiaga explica que el caudal está por encima de lo habitual en la situación actual del río, que se ha visto afectada por el trasvase Tajo-Segura y el cambio climático.