
Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y otras instituciones internacionales han descubierto un objeto celeste denso y compacto en el cúmulo globular NGC 6397 de la Vía Láctea. El objeto tiene una masa mayor que la del Sol, pero no alcanza el umbral para ser considerado un agujero negro. Su densidad supera la de una estrella convencional, lo que ha desconcertado a los científicos. El hallazgo podría implicar una revisión de los modelos que explican cómo mueren las estrellas y la existencia de una nueva clase de cuerpo celeste.