
Los científicos han logrado observar la corona del sol con una claridad sin precedentes gracias a un nuevo sistema óptico de adaptación que elimina el ruido visual atmosférico. El sistema, llamado Cona, se instaló en el Telescopio Solar Goode de 1,6 mt en California y ajusta un espejo 2.200 veces por segundo para corregir las distorsiones causadas por la turbulencia de la atmósfera terrestre. Los hallazgos, publicados en Nature Astronomy, muestran estructuras a fina escala en protuberancias solares, con chorros de plasma de breve duración que se conocen como espículas, e incluso lluvia coronal: plasma que se enfría y vuelve a caer sobre la superficie solar a lo largo de las líneas del campo magnético de la estrella. El equipo planea llevar la tecnología de óptica adaptativa coronal al Telescopio Solar de 4 mt Daniel K. Inouye de Hawai, donde potencialmente se revelarán detalles aún más finos de la atmósfera del sol. Dirk Schmidt, científico de óptica adaptativa del NSO, y Philip Goode, físico del NJIT-CSTR, destacan la importancia de este avance tecnológico para la física solar.