
Un estudio arqueológico en Mongolia ha descubierto una muralla de 4.000 km que data de la dinastía Jin, en el siglo XII. La muralla, conocida como el Sistema de Murallas Medievales (MWS), se extiende a través de Mongolia, China y Rusia. Las excavaciones en la provincia mongola de Sukhbaatar han revelado que la muralla no era una barrera militar, sino una frontera simbólica para controlar el paso de personas, ganado y mercancías. El MWS también servía como una herramienta de gestión territorial y económica. Los arqueólogos han encontrado fortalezas y recintos con sistemas de calefacción sofisticados, monedas de la dinastía Song y restos de herramientas agrícolas, lo que indica una presencia humana constante. La muralla fue construida durante la dominación de la dinastía Jin, que adoptó estructuras de poder mixtas entre lo nómada y lo sedentario.