
Un sistema de murallas medievales, conocido como MWS, se extiende por más de 4000 kilómetros en el sudeste de Mongolia y el noreste de China, construido por las dinastías Liao y Jin entre los siglos X y XIII. Este sistema no parece ser una muralla defensiva, sino más bien un sofisticado filtro de movilidad para controlar el tránsito de personas, animales y mercancías. Los arqueólogos han descubierto torres de vigilancia, pasos controlados y fortines dispersos, lo que indica un uso más vinculado al control del tránsito que a la contención militar. La investigación, publicada en Antiquity y respaldada por Cambridge University Press, ha utilizado imágenes satelitales CORONA y radares SAR para redescubrir esta red olvidada.