
Un estudio sugiere que la frontera entre lo cuántico y lo clásico podría estar en ciertas macromoléculas biológicas, como el ADN. El físico W. David Wick plantea la pregunta de si esta divisoria ambigua podría encontrarse en las macromoléculas. La teoría de Wick se basa en la idea de que ciertas moléculas orgánicas grandes podrían ser el escenario donde se hace visible este cambio de comportamiento físico. El estudio propone experimentos para verificar esta idea, como enfriar una macromolécula y observar si se mantiene en superposición. La teoría incluye una propuesta concreta para modificar las ecuaciones estándar, añadiendo un término adicional en la energía total llamado WFE (Wavefunction Energy). El artículo no ofrece una respuesta definitiva, pero sí una hoja de ruta clara para detectar la frontera entre lo cuántico y lo clásico.