
La picadura de una garrapata puede ser identificada por la propia garrapata adherida a la piel o por una erupción circular y roja que parece un 'ojo de buey'. Es importante revisar cuidadosamente el cuerpo después de una caminata por la naturaleza, especialmente en zonas cálidas y húmedas como la parte posterior de las rodillas, las ingles, las axilas, detrás de las orejas o el cuero cabelludo. No se debe quemar la garrapata, aplicar vaselina, aceite, alcohol, esmalte de uñas o yodo, ni aplastarla con los dedos. Lo ideal es retirarla lo antes posible, en las primeras horas, y acudir a un profesional sanitario.