
El agua de la naturaleza ya no es incolora, inodora e insípida debido a la presencia de antibióticos y nanoplásticos. Según la revista PNAS Nexus, los antibióticos están cada vez más presentes en el sistema fluvial global, lo que plantea riesgos para los ecosistemas acuáticos y la salud humana. Los sistemas de depuración actuales no están preparados para retenerlos. La Unión Europea aspira a rebajar en un 80% la presencia de estos compuestos en todos los países. En España, el río Manzanares se encuentra entre los más contaminados por fármacos de Europa. La ciencia ha demostrado que se puede biodegradar el plástico común, el tereftalato de polietileno (PET), mediante la adición de ADN a bacterias presentes en aguas residuales.