
Los frutos secos no son recomendables para perros debido a su alto contenido en grasa, lo que puede favorecer la obesidad y desencadenar pancreatitis. Algunos frutos secos como los cacahuetes, anacardos y pipas de girasol y calabaza no son tóxicos, pero deben ser ofrecidos sin cáscaras, sin sal, sin azúcar y en pequeñas cantidades. La mantequilla de cacahuete es segura para perros si no contiene azúcar ni edulcorantes artificiales. Las nueces de macadamia, pasas y algunas otras variedades son tóxicas para perros. Es importante consultar con un veterinario antes de ofrecer cualquier fruto seco a un perro.