
En relaciones sentimentales, conflictos son naturales, pero cuando reclamos del pasado se convierten en constantes, puede indicar comunicación fallida, hostilidad acumulada, frustración emocional o insatisfacción personal no resuelta. Según especialistas del Centro de Psicología Clínica y de la Salud de Sarah Navarrete, reproches no son solo críticas, sino expresiones cargadas de resentimiento que dañan la conexión emocional. Herramientas como escucha activa, formular necesidades sin atacar y reemplazar reproches por peticiones concretas pueden frenar este círculo vicioso y restablecer un diálogo sano.