
El gobierno español, liderado por Pedro Sánchez y Teresa Ribera, ha implementado un modelo energético que busca demostrar que el país puede funcionar casi exclusivamente con energías renovables, como la fotovoltaica y la eólica. Sin embargo, este modelo ha generado inestabilidad en el sistema eléctrico, lo que ha llevado a un apagón. La ministra actual, Sara Aagesen, no ha modificado esta política, a pesar de las advertencias de expertos que destacan la necesidad de energías estables, como la hidroeléctrica, el gas natural y la nuclear. El apagón se produjo cuando más del 60% de la generación de electricidad provenía de fuentes renovables, y solo un 10% de la capacidad de los saltos de agua se estaba utilizando.