
El Gobierno de Pedro Sánchez mantiene una política energética contradictoria, promoviendo el cierre de centrales nucleares en España, que generan el 20% de la electricidad del país, mientras apoya la energía nuclear en la Unión Europea. El cierre programado de la central de Almaraz para 2027 no tiene un plan claro para sustituir su capacidad. Sánchez debe elegir entre liderar con visión de Estado o seguir atrapado en sus contradicciones, mientras los españoles pagan el precio de una política energética sin rumbo.