
Pepe Álvarez y Unai Sordo, líderes de UGT y CCOO, han sido criticados por su sumisión al Gobierno de Pedro Sánchez. En 2022, recibieron 17 millones de euros en subvenciones, un 54% más para UGT y un 57,7% más para CCOO respecto a 2020. Esto ha llevado a una disminución en la participación en las manifestaciones del 1 de mayo y una desconexión con los trabajadores, que ven en ellos burócratas 'comegambas' a costa de subvenciones. La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas es uno de los acuerdos cosméticos firmados, mientras se evaden conflictos reales como la precariedad laboral.