
El Primero de Mayo debe ser un clamor reivindicando una respuesta europea fuerte ante el desafío civilizatorio que pone encima de la mesa la Administración Trump. La defensa de los derechos de la clase trabajadora pasa por fortalecer políticas de autonomía energética, desplegando las renovables que a España le pueden facilitar un proceso de reindustrialización que nos lleve al pleno empleo. Se requiere contar con un gran parque de vivienda a precio accesible, fundamentalmente en régimen de alquiler, y movilizar vivienda vacía. El Fondo de Inversión para la Vivienda Asequible que propuso CCOO financie 50 mil viviendas al año.