
La Ventana, un pueblo costero de Baja California Sur, ha visto un aumento en la llegada de turistas que buscan nadar con orcas salvajes. Esto ha generado una crisis ecológica, ya que hasta 40 embarcaciones pueden converger sobre un mismo grupo de orcas, lo que puede provocar reacciones defensivas y dañar el bienestar de los animales. Un grupo de científicos y operadores responsables ha propuesto un plan de manejo de orcas en México, que limitaría la interacción a tres botes por grupo de orcas y requeriría permisos oficiales. El plan también plantea que los guías y capitanes aprendan a identificar señales de estrés en los cetáceos para saber cuándo retirarse. La implementación del plan no está exenta de controversia, ya que muchos capitanes y familias locales sienten que no les han tenido en cuenta.