
Gran Canaria alberga dos especies de drago, Dracaena draco y Dracaena tamaranae, esta última endémica de la isla. El drago de Gran Canaria se encuentra en peligro crítico, con solo 76 individuos vivos, de los que 12 son maduros. La principal causa de su situación crítica es la presión zooantrópica y la pérdida de variabilidad genética. Se han implementado medidas de conservación, como la creación de una red de huertos semilleros y la plantación de ejemplares en diferentes enclaves. El pasado 1 de abril se publicó el avance del Plan de recuperación para esta especie, que incluye ocho objetivos y un conjunto de actuaciones para cada uno de ellos.