
Un equipo de investigadores liderado por Nico Deshler en la Universidad de Arizona ha desarrollado un coronógrafo de última generación que puede bloquear la intensa luz de una estrella sin afectar la de sus planetas orbitantes, permitiendo ver lo que antes era imposible. La herramienta puede suprimir la diferencia extrema de luminosidad entre una estrella y su planeta, que puede ser de hasta mil millones de veces. El coronógrafo ha sido utilizado con exoplanetas artificiales y los resultados han superado las expectativas. La NASA está desarrollando el Habitable Worlds Observatory, que podría integrar esta tecnología para buscar mundos potencialmente habitables más allá de nuestro sistema solar.