
Un equipo de investigadores que utiliza el telescopio James Webb detectó indicios de dimetil sulfuro (DMS) en la atmósfera del exoplaneta K2-18 b, ubicado a 120 años luz de la Tierra. La presencia de DMS es generada casi exclusivamente por microorganismos marinos en la Tierra, pero la comunidad científica advierte que aún falta mucho para confirmar la detección de vida. El nivel de confianza estadística es de 3 sigma, lo que es prometedor pero no definitivo. Expertos como Oliver Shorttle, Christopher Glein, Nikku Madhusudhan, Ignas Snellen y Sara Seager opinan que es necesario ser cautelosos y realizar más pruebas antes de sacar conclusiones.