
Hace 20 millones de años, la colisión entre las placas tectónicas de Arabia y Eurasia cerró el mar Tetis y emergió un puente de tierra que conectó África y Asia, permitiendo la migración de mamíferos africanos como jirafas, rinocerontes y ancestros de los elefantes hacia Eurasia, y viceversa. Este puente, llamado Puente de Gomphotherium, cambió el clima, la biodiversidad y la historia evolutiva de los humanos. La formación del puente se debió a una pluma de roca caliente que surgió desde el manto terrestre y empujó hacia arriba grandes extensiones de terreno. El estudio, liderado por el geólogo Eivind O. Straume, concluye que la conexión entre el corazón del planeta y la evolución es fundamental para entender la historia del planeta.