
Un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de Australia ha estudiado el teletrabajo durante cuatro años y ha concluido que mejora significativamente la calidad de vida de los empleados. El estudio reveló que eliminar el tiempo de desplazamiento al trabajo supone un ahorro de 30 minutos de sueño cada noche, lo que se traduce en miles de horas extra de descanso acumulado al año. Los encuestados informaron mejoras en su salud emocional, reducción de la fatiga y el estrés, y un cambio hacia una vida más equilibrada. El trabajo remoto también influyó en los hábitos alimentarios, con un aumento en la preparación de comidas saludables. La productividad no se vio afectada, y en muchos casos, los empleados la superaron. El estudio destaca la importancia de la autonomía y el control sobre el horario para la concentración y la eficacia laboral. La conexión entre compañeros se debilita en la distancia, pero las empresas han adoptado estrategias creativas para fomentar la cercanía. La buena gestión es esencial, y supervisar no significa controlar, sino acompañar y crear entornos de confianza.