
La sequía ha sido un tema recurrente en los últimos años, pero no sabemos exactamente cuánta agua nos queda debido a la acumulación de sedimentos en los embalses. Los ríos transportan partículas de roca y materia orgánica que se acumulan en los embalses, lo que reduce su capacidad. Un estudio de 2018 estimó que la pérdida de capacidad podría estar en el entorno del 5% para los embalses españoles. Sin embargo, otro estudio encontró que algunos embalses podrían haber perdido entre el 10 y el 40% de su capacidad. Los expertos llevan años advirtiendo sobre este problema y proponen medidas como la reforestación y la inclusión de diques previos al embalse para contener los sedimentos. La prevención es una mejor opción que la limpieza del lecho del embalse, que es una tarea ardua y costosa. Los expertos José Luis Casamor y Antoni Calafat han publicado estudios sobre este tema en 2018, destacando la importancia de incorporar los conocimientos sobre la acumulación de sedimentos en el proceso de diseño de las infraestructuras.