Un análisis genético de dos esqueletos hallados en una tumba de la dinastía Tang en el noroeste de China, datada de hace 1.300 años, ha revelado detalles sobre los sogdianos, un antiguo pueblo de Asia Central que desempeñó un papel crucial en el comercio y la difusión cultural a lo largo de la Ruta de la Seda. Los genes del hombre mostraban un mestizaje entre componentes genéticos de Asia Central y elementos locales chinos, mientras que la mujer tenía una ascendencia predominantemente china. Esto confirma la integración cultural y genética de los sogdianos en China y muestra cómo el mestizaje desempeñó un papel clave en su éxito como intermediarios en la Ruta de la Seda. Los sogdianos fueron comerciantes, mediadores y agentes de cambio cultural que establecieron vínculos con otras culturas y mantuvieron su identidad. Su legado genético y cultural se refleja en la historia de la Ruta de la Seda, que no habría prosperado de la misma forma sin su participación activa.