
Un estudio liderado por la Universidad de Oxford encontró que la Tierra primitiva ya contenía todo el hidrógeno necesario para formar agua desde el principio, sin necesidad de asteroides. El hallazgo se basa en el análisis de un meteorito llamado LAR 12252, encontrado en la Antártida en 2012, que comparte una composición similar a la del material que formó la Tierra hace 4.550 millones de años. El equipo utilizó técnicas de espectroscopía avanzadas para analizar la composición química del meteorito y encontró que el hidrógeno presente en él se encontraba en forma de sulfuro de hidrógeno, fuertemente ligado a compuestos de azufre. El estudio sugiere que la presencia de agua en la Tierra podría ser una consecuencia natural de su composición, y no una excepción cósmica.